Todo empezó hace años tras un encuentro fortuito...

Este fósil se convirtió en una pieza clave en la búsqueda de Ibrahim.

En 2008, Nizar Ibrahim se encontraba en una pequeña aldea de Marruecos. Es un científico que estudia fósiles. Ibrahim buscaba fósiles en el Sahara. Quería hablar con los buscadores de fósiles locales. Esperaba que le dieran pistas sobre los fósiles que él había encontrado.

ÁFRICA

Marruecos

cajas de fósiles encontradas en Marruecos

Un hombre se le acercó. Le enseñó unos fósiles que había encontrado. Era un hombre con bigote. Ibrahim no sabía lo importante que sería aquel bigote.


Uno de los fósiles llamó la atención de Ibrahim. Pensó que podría ser parte de una espina dorsal o de una costilla. Pensó que podría ser importante. Así que Ibrahim compró ese fósil. ¡Años después, ese fósil le llevó hasta uno de los dinosaurios más extraños que se hayan encontrado!

Ibrahim usó fósiles encontrados para montar un dinosaurio desconocido.

Una imagen del pasado

Para reconstruir el pasado, Ibrahim usa la ciencia. Estudia huesos y observa sus formas. Hace preguntas para formar una hipótesis. Es una explicación de cómo vivían estos animales del pasado.


Ibrahim mira hacia el desierto. Se imagina cómo era hace 95 millones de años. No ve arena, sino ríos y pantanos. Ve tortugas gigantes, enormes cocodrilos y peces del tamaño de autos. Ve los grandes dinosaurios carnívoros que caminaron sobre la tierra.

La búsqueda del espinosaurio requirió mucho trabajo y perseverancia.

Ibrahim y su equipo estudian una sección de la cola del espinosaurio.

Algo urgente

Un día, Ibrahim recibió un mensaje de unos científicos italianos. Le dijeron que quizá le interesaría ver unos fósiles y le explicaron cómo eran.


Se parecían a aquel fósil que Ibrahim compró años atrás a aquel desconocido. Le recordaban ​​​​​​​a unas fotos y dibujos de un viejo libro. ¿Podrían estar relacionados? Empezaba a formar una nueva hipótesis.

Un dinosaurio diferente

Los huesos que Ibrahim recordaba fueron hallados por un científico alemán. Los encontró en el Sahara.


Este dinosaurio era más grande que un tiranosaurio rex. Tenía largas mandíbulas, afilados dientes y una gran vela en la espalda. El científico alemán lo llamó Spinosaurus o espinosaurio. Pero aquellos huesos se destruyeron hace mucho tiempo.

Ibrahim pensó que su fósil y los que vio en Italia podrían ser de espinosaurio. ¡Tenía que encontrar al hombre del bigote!