Piensa a nivel global
Para que el mundo sea un lugar mejor, hay que conocer los lugares del mundo.
De eso trata precisamente la geografía.
¿Sabrías situar diversas ciudades, países y continentes? Saberlo te ayudará a dar sentido a las noticias e historias que te vayan llegando.
Cada vez que oigas el nombre de un lugar nuevo, búscalo en un mapa.
Fíjate en dónde está, cuál es la gran ciudad más próxima y si está cerca de una masa de agua. ¿Qué idioma o idiomas se hablan allí? Averigua cuáles son las comidas más comunes de este lugar. ¡Crearte una imagen de la gente que vive allí, te servirá para que ese lugar no sea un simple punto en el mapa!
Aprende a escuchar
Cada persona tiene una historia que contar. Puede que sea sobre su pasado. Puede ser sobre sus sueños de futuro.
O podría tratar sobre algo que le causa miedo o tristeza. Esas historias nos dicen quiénes son realmente esas personas.
Saber escuchar a alguien significa tener curiosidad sobre lo que piensa y siente esa persona. Nos ayuda a ser más compasivos y, por tanto, a mejorar el mundo.
Cinco maneras para aprender a escuchar mejor:
1.
INTENTA COMPRENDER. No estés demasiado pendiente de tener preparada una réplica. Más bien, concéntrate en entender qué están intentando decirte.
2.
PRESTA ATENCIÓN. Es decir, aparta toda distracción y concéntrate en lo que te estén diciendo.
3.
NO INTERRUMPAS. Concede al orador todo el tiempo que necesite para expresarse como desee.
4.
TEN LA MENTE ABIERTA. Cuando alguien te cuenta algo personal, te está confiando una verdad importante. Está abriendo una ranura para que te asomes a su corazón y a su mente. Trata ese privilegio con respeto y no te apresures a formar un juicio.
5.
HAZLE SABER QUE LO ENTIENDES. (O quizá que no lo entiendes).
Si quieres asegurarte de que la persona que te habla se siente escuchada, puedes decir algo como, “¿Me estás diciendo que…?”. O, “¿Te refieres a…?”. Y si no has entendido algo, puedes probar con, “¿Podrías decirlo de otra manera?”.
Piensa críticamente sobre las cosas
Piensas críticamente cuando tienes en cuenta los hechos y las evidencias. Por ejemplo, hay mucha información de Internet que no ha sido contrastada con los hechos. ¡Contrástala tú! Acude a otra fuente fiable para verificar la información.
¿Cómo saber si puedes fiarte o no de una fuente o de una información determinada? Hazte estas preguntas:
1.
¿De dónde viene la información? ¿Cuál es la fuente original?
2.
¿Es fiable esta fuente?
¿Por qué lo es? ¿Por qué no lo es?
3.
¿Tiene esta fuente algún interés o motivo para dar esta información?
4.
¿Qué provecho puede sacar esta fuente de que yo me crea su información?
5.
¿Hay otras fuentes fiables que confirmen esta información o concuerden con ella?
