Varios huaorani navegan en canoa por un río.

Una líder para un pueblo

Nemonte Nenquimo nació y se crió en la cultura huaorani. Su abuelo le enseñó una importante lección. Le enseñó que siempre hay que proteger la tierra.

Este anciano huaorani caza disparando dardos con una cerbatana.

La abuela de Nenquimo también le enseñó muchas cosas. Las mujeres huaorani cuidan de la selva. Velan por las plantas y los animales. Les dicen a los cazadores dónde y qué animales cazar. Nenquimo aprendió bien todas estas lecciones.

Ayudó a los ancianos a hacer un mapa de su territorio. En el mapa aparecían lugares especiales. Decía dónde vivía cada animal. Mostraba dónde crecían los árboles frutales. El mapa mostraba su fuerte conexión con la tierra. Cuando su territorio fue amenazado, los huaorani buscaron una líder. Ella fue la elegida.

Los huaorani dibujaron un mapa de la selva lluviosa para mostrar su conexión con la tierra donde viven.

Nenquimo habla con los periodistas sobre su caso.

Los huaorani llevaron al Gobierno a juicio. Dijeron que el Gobierno no debía vender su territorio. Dijeron que no tenía permiso. Los huaorani no sabían si tendrían éxito. Solo sabían que debían intentarlo.