Líderes huaorani al frente de una marcha hacia el tribunal.

Ante el juez

Cientos de huaorani desfilaron por las calles. Llevaban sus prendas tradicionales de hojas de palma. Llevaban pinturas de guerra en la cara y en los brazos.


Caminaban hacia el tribunal con los brazos unidos. Cantaban sus canciones tradicionales. Querían demostrar a la gente el orgullo que sentían por su cultura. Nenquimo dijo que se sintió como una guerrera.

Los huaorani presentaron su caso. Mostraron a los jueces el mapa que hicieron. Hablaron sobre la selva lluviosa, su hogar.

Los huaorani querían proteger su tierra.

Nenquimo en pie ante el tribunal junto a otras líderes huaorani.

El veredicto

Llegó al fin la hora de oír la decisión de los jueces. Uno de ellos habla durante un largo rato. Decía que el Gobierno no se esforzó por comprender a los huaorani ni su cultura. El juez los comprendió. Los huaorani no querían vender sus tierras. El juez anunció la decisión del tribunal. Los territorios huaorani serían protegidos. ¡Los huaorani habían ganado!

¡La sala rompió en cantos y celebraciones! Nenquimo estaba feliz y orgullosa de su victoria. Su forma de vida sería preservada.

Nenquimo celebra su victoria en los tribunales junto a otras líderes.