Estás en un barco frente a la costa de Cancún, México. Te preparas para bucear en un arrecife. Compruebas tu equipo. Y te sumerges en las frías aguas.


Desciendes. Ves algo cerca del fondo marino. Te acercas más y más y ves… ¡una cara! Forma parte de una estatua. ¿Qué hace aquí? Es una pieza de un museo submarino. También es parte de un arrecife artificial. Se creó para proteger los arrecifes naturales. Muchos de ellos han sido dañados por los buceadores.

Cerca de los arrecifes de coral viven catalufas como estas.

Este arrecife natural del Mar Rojo tiene una abundante vida marina.

Arrecifes en apuros

La pesca con detonaciones de dinamita dañó este arrecife.

Los arrecifes de coral son las estructuras vivas más grandes de la Tierra. Son importantes para la salud de los océanos. Dan comida, cobijo y protección. ¡Pero los arrecifes están en peligro!


La actividad humana afecta a nuestros océanos y arrecifes. El turismo sin control y la contaminación dañan los arrecifes. El cambio climático, también.

Miles de buceadores visitan los arrecifes naturales de Cancún cada año. Muchos son principiantes. Y los dañan sin querer durante sus inmersiones.


El MUSA es un museo de arte submarino. Fue creado para que la gente vaya a los arrecifes artificiales, en vez de a los naturales. Ahora mucha gente visita el MUSA.

Un buceador pasa sobre una estatua submarina.