Un camión se detiene ante una amplia estructura al aire libre. Varios elefantes descansan a la sombra de una arboleda. Los mahouts, como se conoce a los cuidadores de elefantes, descargan del camión unas espinosas hiedras. Estamos en el norte de Tailandia, en el Centro de Conservación del Elefante Tailandés (TECC, por sus siglas en inglés). Con esas hiedras se harán unos preparados medicinales para los elefantes.


Vine a trabajar a este centro en 2017 como guía de grupos de estudiantes. Y no tardé en darme cuenta de algunas cosas interesantes. En primer lugar, el TECC tenía uno de los hospitales de elefantes más avanzados del mundo. Muchas de sus enfermedades se tratan con plantas medicinales. Yo soy etnobotánico; es decir, estudio el uso que se hace de las plantas, y las formas en que las personas dependen de ellas. Así que este lugar me llamó la atención.

Estos elefantes viven el Centro de Conservación del Elefante Tailandés.

Los elefantes se llevan la hierba a la boca con la trompa.

Yo sabía que la biomedicina (o medicina “occidental”) no suele recurrir a las plantas medicinales. ¿Y por qué usaba ambas el TECC en el cuidado de sus elefantes?


Luego me fijé en que los propios elefantes mostraban interés en sus medicinas de herbolario. Al igual que los humanos, los elefantes son golosos. Aunque comen pasto, la caña de azúcar y el maíz son sus aperitivos favoritos.

Uno de los mahouts me explicó que con esas hiedras espinosas se elabora un eficaz medicamento para las personas. Probé un poco. Era tan amargo que me lo tuve que tragar con un vaso de agua.


Pero los elefantes aceptaban de buen grado comerse esas plantas tan amargas. ¿Por qué? ¿Sabrían que se trataba de medicina? Año y medio después, recibí una beca de la National Geographic Society. Y volví a Tailandia a buscar respuestas a mis preguntas.

trozos de las hiedras espinosas que comen los elefantes

Trabajo con un intérprete karen y un cuidador de elefantes experimentado.

Trabajo con elefantes

En Tailandia existe una relación milenaria entre los elefantes y las personas. Yo decidí trabajar con los karen, un grupo étnico en las tierras altas del país. Viven en las montañas del norte de Tailandia y la vecina Myanmar.


A los karen se les conoce por su profundo conocimiento de los elefantes. ¿Cómo empezó esa relación? Según la leyenda, hubo un tiempo en que los elefantes eran humanos. Pero perdieron su humanidad y se transformaron en criados de las personas.

Los elefantes han ejercido una función clave en casi todos los aspectos de la vida de este lugar, de manera similar a la del caballo en otras partes del mundo. Aprovechando el conocimiento que los elefantes tenían del bosque, los karen los usaron para recorrer grandes distancias.


Su formidable fuerza les permitía mover grandes objetos, como rocas y sacos de arroz. Muchos elefantes fueron usados en la industria maderera. Pero la utilidad de estos animales fue disminuyendo con la llegada de los autos y los tractores.

Dos elefantes mueven troncos juntos.

La explotación forestal es menos dañina para el bosque con elefantes que con máquinas. Aun así, tras siglos de sobreexplotación, los bosques estaban desapareciendo. Y en 1989 se prohibió la tala de árboles.


Los elefantes dejaron de ser necesarios para este tipo de trabajos. Se ha tratado de buscar otros usos para estos increíbles animales. De momento, la mayoría han sido trasladados a campamentos para turistas.