Tras una larga caminata por la selva lluviosa alcancé, al fin, una larga y angosta pasarela. Tenía ante la Garganta del Diablo. Podía oír su bramido uniforme. Cuanto más me acercaba, más fuerte sonaba.

Me acerqué a pasitos muy cortos hasta el borde de la pasarela. Al asomarme pude ver la descomunal catarata. Una neblina se levantaba desde el fondo. En cuestión de minutos estaba totalmente empapada.

El río Iguazú caía a plomo ante sobre el cortado en forma de U. Lo veía precipitarse al profundo y angosto cañón. Era sobrecogedor.

Agua grande

Los guaraníes dieron nombre a las Cataratas de Iguazú. Iguazú quiere decir “agua grande”. La cantidad de agua que llega a las cataratas es abrumadora.


El flujo promedio del río es rápido. En la estación lluviosa, de noviembre a marzo, lleva hasta siete veces más agua.

Cataratas de Iguazú

OCÉANO
 ATLÁNTICO

OCÉANO
 PACÍFICO

Brasil

Paraguay

Argentina

SURAMÉRICA

Las Cataratas de Iguazú son uno de los sistemas de cascadas más extensos del mundo. Se extienden a lo largo de la frontera entre Argentina y Brasil. Durante la temporada de lluvias se forman más de 275 cataratas individuales.


Alrededor de dos tercios de las cataratas caen a la parte argentina del río. Yo crucé a pie hasta Brasil. Remonté las bravas aguas del río en lancha. La embarcación se detuvo al pie de varios saltos de agua para que pudiera verlos de cerca.


Es difícil apreciar la magnitud de estas cataratas si no estás allí físicamente. Cuando Eleanor Roosevelt visitó las cataratas como primera dama de Estados Unidos, dijo: ¡Pobre Niágara!”. Las Cataratas del Niágara, entre Estados Unidos y Canadá, son la mitad de altas y de anchas que las de Iguazú.

La Garganta del Diablo, desde el aire, separa Argentina de Brasil.

senda a la Garganta del Diablo

Argentina

Brasil

Garganta del Diablo

La leyenda de Iguazú

Hay una leyenda sobre el origen de las Cataratas de Iguazú. Según el folclore guaraní, un dios en forma de serpiente llamado Mboi vivía en el río Iguazú. Era un dios con muy malas pulgas. Cada año, le hacían un sacrificio humano para calmarlo. Arrojaban a una joven a las aguas del río.


Naipi fue una de las jóvenes elegidas. Se iba a casar con un guerrero llamado Tarobá. La noche antes del sacrificio, Naibi y Tarobá huyeron en canoa. Pero Mboi los descubrió.

Aunque Tarobá remó con fuerza, el dios serpiente era muy poderoso. Mboi partió la tierra formando una rocosa quebrada, la Garganta del Diablo. Naipi cayó a un lado de la garganta; Tarobá, al otro. Mboi convirtió a Naipi en roca. Y cuando Tarobá trató de ayudarla, MBoi le hundió las manos en la tierra. Sus dedos echaron raíces. Y su cuerpo se convirtió en palmera. Desde entonces, Naipi y Tarobá se unen sobre las cataratas en un amoroso arcoíris.

Un arcoíris se alza sobre las cataratas.