Un nuevo descubrimiento

Cuando descubre algo, Cabras tiene mucho cuidado. Les dice a los miembros de su equipo que se queden quietos. No quiere que ningún movimiento extraño asuste al escarabajo. Luego intenta fotografiar la escena. “Normalmente hago fotos de la planta de la que se alimentan y de su hábitat”, dice. Esto ofrece información tanto a taxónomos como a ecólogos y conservacionistas.

Cuando los escarabajos notan la vibración de las hojas, se tiran al suelo. Son muy difíciles de encontrar entre la hojarasca.

El equipo de Cabras trabaja en la selva.

Muchos gorgojos joya, por ejemplo, ocupan territorios tan pequeños como una mancha de selva. Solo se alimentan de ciertas plantas. Por ello, es vital conservar la planta si se desea conservar el escarabajo.

Una imagen más completa

Hay otra razón por la que Cabras graba la escena de su hallazgo: “Para algunos de mis colegas, esta será la primera vez que vean estas especies vivas”, dice. Cabras intenta capturar un escarabajo como muestra. Y lo estudia en el laboratorio.

Este escarabajo ha sido una especie clave en las investigaciones de Cabras. Descubrió otras especies de aspecto muy similar.

Cabras utiliza un microscopio para ver más de cerca a los escarabajos.

Esta parte del trabajo requiere destrezas especiales. “Tienes que entrenar tus ojos para mirar por el microscopio. Tus ojos y tus manos”, dice Cabras. Para ver su interior, los escarabajos deben ser diseccionados (cortados en dos). Todo eso requiere tener buena vista y un buen pulso. Aunque Cabras no puede confiar siempre en lo que ve.

¿Gorgojo o no gorgojo?

Los gorgojos joya, por ejemplo, brillan como diamantes. Sus élitros, o cubiertas alares, brillan con colores que van del turquesa y dorado al naranja y rosado. Estos colores son fáciles de ver por los predadores. Pero, en realidad, estos escarabajos quieren ser vistos. Los colores son una advertencia: No me comas. Tengo mal sabor.


Esto se conoce como aposematismo. El animal le hace saber a su predador que no vale la pena comérselo. Colores brillantes, sonidos y olores avisan a los predadores. No imaginaba Cabras lo que este hallazgo significaría para su investigación.

Este crisomélido, o escarabajo de hoja, parece un gorgojo joya.