Líderes huaorani encabezan la marcha hacia el tribunal.

Ante el juez

El 27 de febrero de 2019, los huaorani demandaron oficialmente al Gobierno de Ecuador. No sabían si tendrían éxito. Solo sabían que debían intentarlo.


El 11 de abril de 2019, cientos de huaorani marcharon juntos por las calles de Puyo de camino al tribunal. Llevaban sus prendas tradicionales de hoja de palma. Tenían los rostros y brazos cubiertos con pinturas de guerra.

Caminaban unidos por sus cánticos tradicionales. Querían demostrar a la gente el orgullo que sentían por su cultura.


Más adelante, Nenquimo dijo que aquel día se sintió como una guerrera. Ya en el tribunal, los huaorani y sus abogados expusieron su caso. Sus mapas ayudaron a los jueces a entender la unión de los huaorani con su tierra.

Los huaorani querían defender su tierra.

Nenquimo, en pie ante el tribunal, junto a otras líderes huaorani.

El veredicto

El 26 de abril, uno de los jueces habló. Dijo que el Gobierno no se había esforzado por comprender a los huaorani ni su cultura. Los huaorani no le habían dado permiso. ¿Que cuál fue el veredicto? Las tierras serían protegidas. ¡Los huaorani habían ganado!


Nenquimo recuerda la emoción y la música en aquella sala del tribunal. Su abuela cantó una canción. Celebraba su origen selvático. Cantó también por un futuro lleno de salud para los niños huaorani.

Empezó a diluviar. Para los huaorani, la lluvia siempre ha sido una señal de victoria. Ahora otros pueblos indígenas podrían utilizar este caso para presentar sus propias demandas, si tuvieran que hacerlo.


El trabajo de Nenquimo aún no ha terminado. Ahora se centra en la educación de los jóvenes. Quiere crear puestos de trabajo para que los jóvenes no se vayan.

Nenquimo celebra su victoria en los tribunales junto a otras líderes.

Quiere proteger el idioma huaorani y enseñarlo. Pero sabe que los jóvenes también deben aprender a usar las herramientas del mundo exterior. Así podrán continuar defendiendo los territorios huaorani.