Erupción y erosión

La ciencia nos cuenta una historia muy diferente. Hace 130 millones de años, el supercontinente Gondwana se resquebrajó. Y al hacerlo creó una gran actividad volcánica.


Por aquel entonces, aquella zona era un gigantesco desierto. La lava que brotaba de los volcanes lo fue cubriendo. A medida que se enfriaba y se endurecía, se formaron capas de roca.

El río Iguazú desemboca en el Paraná, que traza las fronteras entre Brasil, Argentina y Paraguay. Esta región se conoce como la Triple Frontera.

Las placas de la Tierra siguieron desplazándose. Una sobre otra, las capas fueron formando una alta meseta. Luego se formaron unas grietas llamadas fallas. El agua empezó a fluir por estas fallas y a erosionar la tierra. Y así se formó la cuenca del río Paraná. Luego apareció el río Iguazú. Ese río se juntó con el Paraná. Las cataratas se formaron en el punto de encuentro entre los dos ríos.


Hoy día están aguas arriba de aquel lugar. Este retroceso se debe a la erosión. A medida que el agua del río caía, fue meteorizando el fondo rocoso. Las capas de arriba se desmoronaron. Hoy, estas capas de roca forman una escalera gigante.

Brasil

Argentina

Paraná

Iguazú

Paraguay

Hacia la selva

Pero en ese hermoso lugar no sólo hay cataratas. Estas forman parte de un ecosistema con una gran variedad de especies. De plantas. De mamíferos. De aves. De reptiles. Y también de anfibios. Algunas de estas especies solo existen en esta parte del mundo.

capuchino negro

tucán

¡Ojo con los coatíes! Pueden morderte la mano al ir a quitarte la comida.

Yo vi altas palmeras y palos de rosa. Y papayas colgando de pequeños árboles.


Y mariposas morpho de color azul revoloteando por el aire. ¡También vi un tucán en vuelo y monos por los árboles! Y un joven caimán muy de cerca. Y coatíes... ¡por todas partes! Estuve muy atenta por si aparecía algún jaguar. También hay jaguares en estas selvas.