Apúntate a un equipo
¿Quieres cambiar el mundo realmente? Seguramente no podrás, ni querrás, hacerlo solo. De hecho, lo más divertido de hacer cosas es hacerlas con otras personas. Y la mejor manera de aprender a trabajar con otros es apuntándose a un equipo. Así harás nuevos amigos, te sentirás parte de un grupo y te divertirás. Aprenderás a ganar y a perder con elegancia; a compartir; a aceptar que las cosas no salen siempre como quieres; a estar disponible cuando alguien te necesite y a llevarte bien con personas con quienes, en principio, no te juntarías.
Apúntate a las pruebas de acceso para practicar algún deporte de equipo, pero no te menosprecies si no eres especialmente atlético. Existen muchos otros tipos de equipos: de baile, académicos, de gobierno estudiantil; también puedes apuntarte a un coro, a un periódico escolar o a organizaciones de voluntarios, entre muchos otros. ¡También puedes fundar tu propio club!
Defiende la justicia
¿Alguna vez te han echado la culpa de algo que no has hecho? Entonces habrás sufrido una injusticia; algo que no es justo. Todos los días se producen pequeñas y grandes injusticias, como cuando la totalidad de un grupo humano recibe un trato injusto o desigual por ser de una raza, género o religión determinadas.
Hay que ser realmente valiente para enfrentarte a una injusticia cuando surge dentro de ti esa voz que te dice, "¡Eh, eso no está bien!". Así que si ves que se están metiendo con alguien o que le tratan como si fuera diferente o inferior a los demás, busca una forma segura de decir o de hacer algo al respecto. Por ejemplo, puedes decírselo a tu maestro, a tu entrenador, a tus padres o a tu asesor escolar. O incluso podrías dirigirte a la persona maltratada y decirle, “Siento que te haya pasado eso. No lo merecías. Cuenta con mi apoyo”.
“Sé tú el cambio que deseas ver en el mundo”.
— Mahatma Gandhi, activista social
Haz preguntas
Actúa como un investigador; alguien que se dedica a averiguar cómo funcionan las cosas y por qué son como son. Permanece siempre alerta ante nuevos indicios, nuevas explicaciones y nuevas informaciones.
La curiosidad es una semilla que bien regada con investigación germina en descubrimientos. No dejes de formular las preguntas que llevas dentro de ti hasta que halles las respuestas que buscas; preguntas tipo “¿Por qué?”, “¿Cómo?”, “¿Quién?”, “¿Qué?”.
Sé consecuente
Esto es muy sencillo. Intenta no decir una cosa y hacer otra diferente. Por ejemplo, ¿has sido alguna vez amable con una persona y has hablado mal de ella a sus espaldas? ¿Conoces a alguien que presuma de defender el medio ambiente y que luego tira envoltorios de chicle al piso? Si dices algo, asegúrate de avalarlo con tus acciones… y viceversa.
