Erupción y erosión

La historia que sobre las Cataratas de Iguazú nos cuenta la ciencia es muy diferente. Se empezaron a formar hace aproximadamente 130 millones de años, cuando el supercontinente Gondwana se empezó a resquebrajar. Suramérica se separó de África. Eso desencadenó uno de los mayores sucesos volcánicos en la historia geológica de la Tierra.


Por aquel entonces, la zona donde están ahora las Cataratas de Iguazú era un enorme desierto. Ríos de lava manaban de los volcanes y de otras grietas de la corteza terrestre. La lava recubrió aquel desierto. Y no tardó en enfriarse y endurecerse. Formó una meseta compuesta de tres enormes capas de un tipo de roca llamada basalto.


El Iguazú desemboca en el río Paraná, donde convergen las fronteras de Brasil, Argentina y Paraguay. Esta zona se conoce como la Triple Frontera.

El río Iguazú desemboca en el Paraná, que traza las fronteras entre Brasil, Argentina y Paraguay. Esta región se conoce como la Triple Frontera.

Pero las placas de la Tierra siguieron desplazándose. Las capas de basalto se elevaron formando una meseta. Y se empezaron a formar unas grietas llamadas fallas. El agua empezó a fluir por esas fallas y a erosionar la tierra; es decir, a desgastarla. Fue entonces cuando se formó la portentosa cuenca del Paraná. Tuvo que pasar mucho tiempo hasta que se formara el río Iguazú y empezara a fluir hacia el río Paraná.


Las cataratas empezaron a formarse en la confluencia de los dos ríos. Pero actualmente se encuentran aguas arriba de ese lugar, a unos 23 kilómetros (14 millas). Este retroceso de las cataratas se debe a la erosión. A medida que el agua del río Iguazú iba cayendo al río Paraná desde lo alto de la meseta, fue meteorizando las capas de roca del fondo. Y al quedarse sin apoyo, las capas más altas se desmoronaron.


Actualmente, las capas de roca de las Cataratas de Iguazú forman unos escalones gigantes. Y el profundo y angosto cañón formado al fondo, con numerosas islas rocosas, es la antesala del río Paraná. La erosión no cesa; de hecho, el cañón se alarga cada año unos 3 milímetros (0.1 pulgadas).

Brasil

Argentina

Paraná

Iguazú

Paraguay

Hacia la selva

Sí, las caídas de agua son asombrosas, pero el agua no es sino uno de muchos de los elementos que conforman el bello entorno de las Cataratas de Iguazú. Se encuentran en la selva subtropical atlántica, uno de los ecosistemas con más biodiversidad de toda Suramérica. Alberga más de 2,000 especies de plantas, 68 de mamíferos y 422 de aves; y más de 40 especies de reptiles, 18 de anfibios y 250 de mariposas. Muchas de estas plantas y animales no existen en ningún otro lugar del mundo.

capuchino negro

tucán

¡Mucho ojo con los coatíes! Pueden morderte la mano al ir a quitarte la comida.

Caminando por la selva, vi altísimas palmeras, y laureles y palos de rosa aún más altos. Grandes papayas pendían de pequeños árboles a la sombra de enormes hojas selváticas.


El aire cobraba vida con fugaces destellos azules. Tenías que tener muchos reflejos para ver una de estas mariposas morpho. Oh, y también vi un tucán en pleno vuelo. Vi capibaras asoleándose en la orilla del río. Y pude ver muy bien un joven caimán reposando en las aguas someras. Y montones de coatíes; estos primos de los mapaches estaban por todas partes. Estaba muy atenta por si aparecían monos, tapires, osos hormigueros gigantes o algún jaguar. En estas selvas también viven esos animales.