Nemonte Nenquimo esperaba en pie bajo la luz eléctrica de un abarrotado tribunal en la ciudad ecuatoriana de Puyo. Tenía el rostro pintado de rojo y una corona de plumas. Le acompañaban varios ancianos con lanzas. Los jueces estaban sentados ante ellos.


Nenquimo es miembro de la nación huaorani. Los huaorani llevan siglos viviendo en las selvas lluviosas de Ecuador. Hoy tienen que luchar por su cultura. El Gobierno había dividido los territorios huaorani sin su consentimiento. Su intención era subastarlos a compañías petroleras.

Nemonte Nenquimo es una líder de la nación huaorani.

Nemonte Nenquimo alza el puño, desafiante, en vísperas del juicio en Ecuador.

Los huaorani se defendieron. Y Nenquimo ayudó a su tribu a llevar a juicio al Gobierno para que no los subastara. Los huaorani presentaron sus argumentos. Y ahora los jueces se disponen a anunciar su veredicto. Nemonte respira hondo.

Un hogar en la selva lluviosa

La nación huaorani está formada por unos 5,000 indígenas que ocupan 2.5 millones de acres (1 millón de hectáreas) de selva lluviosa. La mayor parte de su territorio está en Ecuador. Es también el hogar de más de 1,500 especies de aves, 300 especies de mamíferos y más de 840 especies de reptil.


“Nuestra cultura viene de la selva”, dice Nenquimo. Las vidas de estos cazadores‑recolectores están íntimamente ligadas a la selva lluviosa. Usan armas de madera para la caza. Sus chozas tradicionales están hechas con palmas y troncos. Los huaorani tejen canastas con las fibras de las palmas.

Territorio huaorani

SELVA 
AMAZÓNICA

Ecuador

OCÉANO 
ATLÁNTICO

OCÉANO
 PACÍFICO

ECUADOR

SUR
AMÉRICA

500 kilómetros

500 millas

SURAMÉRICA

NORTEAMÉRICA

Los huaorani viven en la selva lluviosa amazónica.

Desde tiempos que se remontan al imperio Inca, los huaorani han combatido a otros pueblos invasores. Los huaorani estuvieron prácticamente aislados del mundo exterior hasta 1958 cuando la misionera estadounidense Rachael Saint entró en contacto con ellos.


Una vez establecido el contacto, se descubrió petróleo en sus tierras. El petróleo es una materia prima muy codiciada. Para acceder a ella, las compañías petroleras han construido carreteras y oleoductos en territorio huaorani. Talaron árboles, destruyeron ecosistemas y hábitats de animales. Y casi todo esto se hizo sin el permiso de los huaorani.