EcoArk

Construir con botellas de plástico

¿Qué se puede hacer con un millón y medio de botellas de plástico? ¡Un edificio de nueve pisos! Lo construyó Arthur Huang y lo llamó EcoArk. Es un nombre muy especial para un edificio muy especial de Taiwán, Asia.

El EcoArk es elegante y moderno. Es realmente llamativo. Quizá pienses que es un edificio de cristal con un diseño de puntos blancos en sus fachadas exteriores. ¿Seguro? Fíjate bien. Esos puntos no son sino los tapones de las botellas de plástico que conforman las paredes.

Esas paredes, sin embargo, no están hechas con botellas de plástico normales. Se llaman Polli‑Bricks. Están fabricadas con plástico reciclado. El plástico fue triturado y fundido. Huang y su equipo inventaron una forma de remodelar y fortalecer el plástico derretido. Inventó un nuevo tipo de ladrillo en forma de botella.


Los Polli‑Bricks tienen hendiduras. Encajan unas con otras con fuerza. Se ensamblan entre en paneles del tamaño de una ventana grande. Un recubrimiento los protege del fuego, del frío y de la lluvia. Los paneles pesan cinco veces menos que los de cristal. Y aun así son muy fuertes. Esto se debe a la forma de celda de colmena de las botellas que los conforman.

Los Polli‑Bricks encajan perfectamente y forman paneles.

Estas propiedades de seguridad son esenciales. ¿Por qué? El EcoArk está en una parte del mundo sometida a fuerzas naturales extremas. Taiwán, una isla frente a las costas de China, sufre terremotos todos los años. Y al llegar el verano es sacudida por unas violentas tormentas llamadas tifones. EcoArk lo soporta sin sufrir daños.

Los paneles de Polli‑Brick son ligeros y resistentes. Huang hace una demostración saltando sobre ellos.

Ecológico

Huang quiso que EcoArk fuera un edificio ecológico; es decir, respetuoso con el medioambiente. Las paredes de Polli‑Brick son de basura plástica que, de otro modo, terminaría en vertederos o en el mar.


Hay otras razones por las que los Polli‑Bricks son ecológicos. Las botellas están llenas de aire. El calor no atraviesa el aire fácilmente, de manera que las botellas evitan que éste entre en el edificio. Eso es vital en los largos y calurosos veranos de Taiwán.

Los Polli‑Bricks de Huang están hechos de botellas de plástico.

La mayoría de los edificios usan electricidad para el aire acondicionado. Se obtiene quemando petróleo, carbón o gas natural en centrales térmicas. Quemar estos combustibles fósiles libera al aire dióxido de carbono.


Estos gases atrapan la energía del sol. Y conservan el calor de nuestro planeta. Eso se llama efecto invernadero. Pero quemar demasiados combustibles fósiles ha aumentado el efecto invernadero. En muchos lugares, la temperatura del aire ha subido. Huang no quería empeorar este problema.